Son aquellas actividades pedagógicas que están incluidas referencialmente en las curriculares, y que nosotros, por la importancia que le conferimos en el desarrollo infantil y el proceso de pre escolarización de la educación inicial, le damos un carácter especial, siendo el centro de actividades específicas que giran en torno a núcleos de competencias que consideramos el corazón del proceso educativo en este nivel formativo.
Nos centramos en una dualidad de aspectos complementarios en los niños:
- Cuerpo: El movimiento y el ejercicio físico, como sustento de un desarrollo corporal integral.
- Mente: La lectura, como uno de los logros finales importantes y trascendentales, del proceso educativo en este nivel, que constituye un proceso mental y social, una herramienta lingüística que nutre el conocimiento y la imaginación; y será clave en los siguientes niveles educativos.
Ambos aspectos son abordados con actividades integradas de manera sistemática en la rutina semanal, con días especiales centradas en ellas y también de forma articulada con otras temáticas y actividades (Curriculares y Complementarias), las cuales se apoyan e integran con la actividad física formal y con procesos de lectura. Todo estos como procesos de exploración (El cuerpo y su entorno), disfrute, anticipación, apropiación y aprendizaje mediante la lectura (propia y de terceros).
A continuación, un breve resumen de los dos (2) tipo de actividades que denominamos Centrales:
Educación física y deportiva (EFD):
Todo ser humano tiene el derecho fundamental al acceso a la educación física y al deporte, que son esenciales para el pleno desarrollo de la personalidad. La libertad de desarrollar las capacidades físicas, intelectuales y morales mediante la educación física y el deporte debe estar garantizada tanto dentro del sistema educativo como en otros aspectos de la vida social. Esto ha quedado así establecido, en la Carta Internacional de la Educación Física, la Actividad Física y el Deporte de la UNESCO (1978).
El ejercicio físico juega un papel integral en el programa educativo de CEIVA, en función que el niño de la etapa inicial, aprende y adquiere experiencias por medio del movimiento, la exploración, el juego y la interacción con su entorno, esto le proporciona la base para conocimientos más complejos.
La educación física y deportiva (EFD) CEIVA, desarrolla los elementos psicomotores básicos para la adquisición de otras habilidades como la escritura, la lectura y las matemáticas, además de fortalecer la confianza, seguridad y valores, así pues, mientras se cultiva el bienestar físico con actividades lúdicas y la iniciación a algunos deportes, se enfatiza la deportividad y el trabajo en equipo. Bajo la dirección de sus maestras, los niños aprenden técnicas y habilidades que se pueden aplicar a situaciones de la vida real: aprenden a planificar, preparar, realizar, evaluar y esforzarse al máximo en todo lo que hacen.
La iniciación en CEIVA al mundo de los deportes, se hace teniendo en cuenta que los niños no son adultos pequeños, por lo que dicho acercamiento se hace de manera progresiva y diferenciada, lo cual implica, entre otras cosas, que nos enfocamos en el juego, como actividad lúdica, recreativa, física, en la conformación y trabajo en equipos, la coordinación, colaboración y respeto de normas y reglas, orientados a lograr metas, lo cual requiere de ciertas destrezas, donde el proceso competitivo puede surgir y se armoniza, pero no es el fin último de estas actividades.
Algunas de las actividades de este tipo son (listado referencial, no exhaustivo):
- Habilidades motoras
- Juegos grupales
- Ejercicios físicos
- Expresión corporal
- Mini deportes
Con frecuencia, la educación física y el deporte se utilizan como términos sinónimos, aunque en un programa de educación física formal (como lo deben tener los colegios), los niños deben estar expuestos a una amplia gama de destrezas básicas relacionadas con la aptitud física, que efectivamente pueden estar relacionados con algunos deportes, pero también con otras actividades técnicamente no deportivas, como pueden ser los juegos en general o incluso la danza u otras muchas manifestaciones físicas. Los deportes propiamente dichos, ofrecen una oportunidad normada y reglada, para aplicar y desarrollar esas destrezas en un ambiente competitivo, lo cual en este nivel, no se asume como una rivalidad, sino como un trabajo en equipos, los cuales se organizan para expresar diferentes técnicas y niveles de dominio, en los cuales, eventualmente, como sucede en el mundo real de los deportes, se puede llegar a utilizar figuras de premios como medallas y trofeos, pero con actividades planificadas, organizadas y ejecutadas, para que todos ganen y aprendan juntos.
Mediante el reconocimiento de esta actividad como Central, dentro de un programa de educación física, en CEIVA los niños adquieran una actitud de disfrute hacia un modo de vida activo y sano, desarrollando conocimientos, destrezas y hábitos adecuados para tomar decisiones acertadas sobre el uso de su tiempo de ocio y su energía corporal. Aquí le damos a los niños, la oportunidad de tomar decisiones sobre a qué jugar, a qué nivel y con quién, animándolos a que jueguen al máximo de su capacidad, explorando y descubriendo sus posibilidades y límites, en un ambiente seguro y controlado. Mediante la participación en un programa regular de educación física, los niños desarrollarán una amplia base de destrezas de movimiento, que pueden incorporarse en un programa de actividad física y deporte, como hábitos, para toda la vida.
El objetivo fundamental de la educación física y deportiva (EFD) CEIVA, es promover la participación de los niños en actividades físicas de una manera que se vean favorecidos en su desarrollo integral, por los efectos beneficiosos inmediatos y a largo plazo, de estas prácticas. Tales efectos se apreciarán en forma de un mayor nivel de aptitud física, mejor salud, una integración social más agradable y la satisfacción derivada de un buen rendimiento en las actividades individuales y grupales.
Algunas de las ventajas de un programa regular de educación física son:
- El desarrollo del movimiento, la competencia y la confianza, el manejo del cuerpo y la coordinación mano-ojo y pie-ojo.
- El impulso de destrezas específicas asociadas con una amplia gama de actividades físicas
- La promoción de la aptitud física y hábitos saludables de ejercitación.
- El estímulo de una actitud positiva hacia la actividad física.
- El fomento del desarrollo y crecimiento corporal, dentro de referentes típicos de normalidad.
- La adquisición del conocimiento y de las destrezas necesarias para mantener un estilo de vida saludable.
Mayores detalles de estas actividades, en este enlace.
Algunos registros fotográficos de este tipo de actividades, en las siguientes publicaciones Instagram:
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Plan de lectura infantil (PLI):
En CEIVA creemos firmemente en fomentar el amor por la lectura, como se debe hacer en cualquier institución educativa, lo que nos diferencia en este ámbito, nivel y sentido, es que nuestros momentos de lectura no son "momentos tranquilos", pues nuestras personitas favoritas están llenas de energía, curiosidad y creatividad, así que nuestro Plan de lectura infantil (PLI), para promover el gusto y el disfrute por la literatura en general, permite que los niños interactúen con las personas que les leen, con sus compañeros mientras manipulan libros y cuentos, para “leer las imágenes”, para diferenciar la imagen de las letras, para iniciar la discriminación de los fonemas, para comenzar la lectura silábica y por último para leer textos solos e investigar en textos para sus proyectos académicos en los que descubren personajes e historias.
Nuestros espacios son ricos en volúmenes de cuentos, libros, revistas y todo tipo de materiales escritos que los niños pueden manejar (aquí un listado referencial). Las maestras les leen libros y cuentos de su interés, así como también realizar con los más grandecitos, talleres de primeros lectores y de escritura creativa, en los cuales pueden nuestros estudiantes desarrollar sus ideas e imaginación.
A diferencia del lenguaje oral, la lectura no tiene una base genética bien definida y requiere un aprendizaje explícito en el que se deben tener en cuenta los que se denomina: periodos sensibles. Estos son momentos en los que el niño muestra una capacidad, habilidad e interés especial por aprender determinadas áreas. Estas etapas se podrían describir como ventanas de aprendizaje, a través de las cuales el niño aprende de manera natural, con entusiasmo, alegría y casi sin cansarse.
En el área de lenguaje, el periodo sensible comprende de los 0 a los 6 años, etapa en la cual los niños, debidamente estimulados, tienen la capacidad de desarrollar todos los aspectos del lenguaje: hablar, escribir y leer. El período sensible para el lenguaje hablado comienza cuando el niño crea sonidos al imitar los movimientos de la boca y progresa con el tiempo, a medida que aprende a formar palabras y más tarde oraciones. Alrededor de los 3 a 4 años, se empieza a desarrollar un interés y capacidad por la escritura, el cual se percibe, cuando quieren escribir letras, su nombre y luego el de toda la familia. Alrededor de los 5 años, ya se interesan por la lectura y se concentran muchísimo para conseguir leer palabras.
En condiciones normales, los niños crecen en un entorno social que les permite desarrollar el habla, ya que el cerebro humano está preparado para ello derivado de un proceso evolutivo continuo de más de dos millones de años, por el cual, nuestro cerebro ya dispone de los circuitos neuronales del lenguaje que nos posibilitarán hablar de forma natural al crecer en un entorno social, salvo disfunciones concretas. Sin embargo, leer es un invento cultural que nació posiblemente hace unos 6000 años, un periodo de tiempo evolutivo muy pequeño, para que los genes hayan incorporado la lectura en su estructura codificada, aunque ya existen ciertos estudios que parecen haber detectado un modesto componente genético, con potencial para entender mejor las bases biológicas de la habilidad en la lectura. Como sea, todo esto implica que leer requiere un aprendizaje explícito que puede darse alrededor de los 5 a 6 años, en promedio, siendo evidente, que este aprendizaje se puede optimizar en los primeros años de la infancia, con acompañamiento pedagógico adecuado y técnicas didácticas específicas y diferenciadas, por lo cual, forma parte de nuestras actividades centrales, por su importancia operativa para próximos aprendizajes en el resto de niveles educativos.
Desde la perspectiva neuro educativa, hay dos cuestiones especialmente relevantes a tomar en cuenta. La primera hace referencia a que cada cerebro se desarrolla de forma específica, por lo que las rutas neurales que intervienen en el aprendizaje de la lectura madurarán de forma diferente para cada niño. Esto nos obliga a una de las cuestiones educativas más trascendentes: la atención a las necesidades específicas de cada uno de ellos. La segunda está vinculada al papel que desempeñan las emociones en los procesos cognitivos. Actualmente ya se sabe, sustentado en la ciencia neuronal, que no constituyen dos mundos mentales independientes (lo racional y lo emocional). Por esto en CEIVA, el inicio de la lectura es planificadamente un proceso placentero. Como seres humanos, cuando estamos motivados aprendemos más y mejor. Por esto, parte de nuestro trabajo en este tipo de actividades, implica tener en cuenta los intereses de cada niño para que la lectura sea un descubrimiento feliz, que les permita progresivamente, decodificar con facilidad, comprender lo que leen y estar motivados para la lectura. Leer implica activar un amplio compendio de procesos cognitivos, que involucra la curiosidad, la atención, la memoria, el aprendizaje, la emoción, la consciencia y el conocimiento.
Mayores detalles de estas actividades, en este enlace.
Algunos registros fotográficos de este tipo de actividades, en las siguientes publicaciones Instagram:
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